¡CIEGOS, SORDOS Y MUDOS...!




El título precedente, no tiene como propósito explicar la condición de discapacidad de las personas que padecen estas patologías, como tampoco, describir desde el punto de vista anatomo-fisiológico, la importancia de estos órganos y sentidos, para la calidad de vida de las personas. 





En un sentido figurado, de lo que se trata es de alertar y llamar la atención de las organizaciones de la sociedad civil como genuinas representantes de las comunidades y de los vecinos organizados, por ser ellos los que ejercen  la contraloría social de la gestión de los organismos públicos como Alcaldía, Secretarías de Despachos, Concejo Distrital y demás corporaciones  o  institutos públicos (EPA, CARDIQUE, DADIS, etc) y quienes reclaman y exigen de estos entes, el cumplimiento de las obligaciones que por ley, son de su incumbencia, a fin de darle solución a los innumerables y graves problemas que en materia social y ambiental, vienen afectando a determinados sectores del distrito Cartagena.

Es un hecho notorio y comunicacional, leer, ver y escuchar en los medios impresos (El Universal es uno de ellos), audiovisuales (televisión) y radiales (el Alcalde Campo Elías Terán Dix es un testigo de excepción) así como en las distintas redes sociales de que hoy dispone el ciudadano común, la variedad de opiniones, relacionadas con quejas y denuncias de los ciudadanos sobre los impactos negativos que en materia ambiental, vienen ocurriendo en muchas zonas del área metropolitana y especialmente, en los barrios más vulnerables y desprotegidos de Cartagena.

Quien esto escribe, en un anterior artículo, llamaba a la reflexión sobre las graves afectaciones que viene sufriendo el sistema acuífero conformado por las lagunas: Las Quintas, San Lázaro, Chambacú, Cabrero y los Caños que las intercomunican como un ecosistema integrado. Hoy, bajo la mirada indiferente y a veces hasta cómplice de algunos entes públicos, así como la falta de conciencia ciudadana, lo que pudiera transformarse en un Proyecto de Desarrollo Sostenible, de gran importancia económica para el sector turístico, no es más que un gran depósito de desechos líquidos y sólidos no biodegradables y receptoras de excretas y de aguas negras (servidas), lo que convierte a estas lagunas en caldo de cultivo de agentes patógenos, cuyos efectos nocivos, no solo pudieran estar modificando los parámetros físico-químicos y biológicos de sus aguas, sino también estar afectando la vida de los manglares, la flora y la fauna característica de dicho ecosistema.

En relación con lo anterior, lo ocurrido en días  recientes en el “Caño la Maravilla” del barrio Olaya Herrera, en donde murieron un número considerable de peces, así como la botadura de escombros en la Laguna de el Cabrero y de desechos en el Caño de Canapote, a lo cual también se le suma la utilización de los manglares de la Avenida del Lago, como lugar de vivienda de indigentes y guarida de atracadores, se traduce en una voz de alerta a las autoridades, pero fundamentalmente evidencia la falta de acciones integrales y permanentes así como la ausencia de políticas públicas medio ambientalistas preventivas y sancionatorias, que impidan todo tipo de actividad humana que ocasione o incremente la fragilidad de dichos ecosistemas y evite en los mismos, la generación de condiciones ambientales favorables para la reproducción de agentes, potencialmente transmisores de enfermedades.

Pero como la responsabilidad no es solo de las autoridades, a manera de reflexión ciudadana, considero oportuno transcribir un planteamiento que es contrario a los propósitos de la Agenda 21 (Cumbre de la Tierra en Rio de Janeiro: 1992), en el cual se afirma: “...En muchos casos, son las propias comunidades las que asumen una actitud indiferente ante la progresiva degradación del medio ambiente y en muchos casos, solo se supeditan a lo que puedan hacer los entes gobernantes....”. Por eso, la solución de los problemas que afectan nuestro entorno y calidad de vida, debe ser el resultado de una alianza consensuada entre todos los actores involucrados, autoridades, corporaciones y organizaciones sociales, a fin de desarrollar e implementar programas y estrategias educativas, que produzcan un cambio positivo en la concepción  del medio ambiente....Como dice el refranero popular...”No hay peor ciego, que aquel que no quiera ver” y “Peor sordo que aquel que no quiera oír”

Orlando Rafael Pereira Bustillo
Orlandopereira27@hotmail.com
Twitter: @OrlandoPereiraB

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