“LAS PANDILLAS”… ¿UN PROBLEMA DE RESOCIALIZACIÓN E INCLUSIÓN?

Fotografía D.R.A.



Los avances y desarrollos sociales, así como las mejoras en la calidad de vida que van experimentando los pueblos y ciudades, guardan una relación estrecha con la atención y la consolidación de sus barrios. 





Ese evidente progreso, debe ser el resultado de la acción del municipio sobre asuntos de su competencia, relacionados con la dotación de servicios públicos eficientes y su acompañamiento para el logro y concreción de intereses humanos como: Educación, Salud, Vivienda, Trabajo y otros no menos importantes, como el Deporte, la Cultura y la Recreación.

Para lograr ese nivel de desarrollo y de bienestar social en las entidades locales (Barrios o Comunas) que conforman la territorialidad de un municipio, es necesario contar, no solo con la voluntad y la participación decidida de un gerente público de avanzada con visión de futuro, sino también con el aporte y esfuerzo de un equipo humano con suficiente formación, experiencia y conocimiento en gestión pública, que diseñe y ejecute políticas sociales que posibiliten un cambio de conducta y, por consiguiente, una transformación en el orden social a corto, mediano y largo plazo, en el modo de pensar, actuar y comportarse del ciudadano común. 

Consideración especial, merece la incorporación y la participación ciudadana, por ser ellos quienes padecen las necesidades y los que a través de las agrupaciones de la sociedad civil, definen las alternativas de solución, ejercen el control y también la evaluación de la gestión municipal. En contraposición a aquella dinámica social municipal, está la negativa y la resistencia al cambio, así como la lucha de intereses de algunos sectores, que ven en la acción del municipio y de sus autoridades, la  pérdida del poder y de espacios territoriales para el ejercicio de sus actividades delictivas.

Lo anterior parece estar sucediendo en muchas zonas de Cartagena de Indias y en particular, a nivel de la “Vía Perimetral”, cuya importancia y utilidad pública para el desarrollo, la integración de las comunidades y la transitabilidad automotor (desde el sector de Olaya Herrera, con los Barrios: Arrocera Bolívar, El Líbano, La Esperanza, La María, San Francisco, Daniel Lemaitre y Canapote), queda condicionada a la presencia de las “pandillas” que cohabitan a lo largo de este importante viaducto.

En este sentido, hay que reconocer la innegable y loable labor que ha venido desempeñando la Policía en el combate de estos grupos delincuenciales en los distintos sectores de Cartagena, para garantizar la tranquilidad de las familias y de los ciudadanos en general.  Sin embargo, la solución del problema de la delincuencia y la inseguridad como su engendro principal, vas más allá de aquellas medidas de prevención, represión y de sanción.

Y es que, la delincuencia como problema social, requiere de la corresponsabilidad y mancomunidad de esfuerzos para el diseño de políticas públicas y otras actividades que, traducidas en acciones permanentes, le den la sostenibilidad a las campañas de profilaxis, para reducir a su mínima expresión, los impactos y hechos delictivos de cualquier naturaleza.  En consecuencia, de lo que se trata es de buscar una solución integral al problema de la delincuencia, donde se involucren las instituciones educativas, especialmente las Universidades a través de sus departamentos de extensión, el SENA, las escuelas técnicas del INEM y demás institutos de formación, a fin de poder desarrollar mediante una alianza estratégica, programas in situ que respondan a los intereses, capacidades  y aptitudes de los individuos, así como también abordar la  reeducación  y re socialización; es decir la formación de verdaderos ciudadanos.

La condición de delincuente no nace con el individuo, sino que se hace y entre los factores que alimentan ese estigma, están fundamentalmente la falta de oportunidades para el trabajo, el estudio, la recreación, sumado a muchas otras carencias que le impiden vivir dignamente. Por ello, cualquier proyecto o programa debe estar orientado a lo que se conoce como: Formación para el Trabajo, particularmente en áreas de servicios básicos como albañilería, carpintería, herrería, plomería y otras de gran demanda domestica; de igual manera a la creación de fuentes de trabajo (ocasionales y permanentes), actividad ésta en la que las instituciones públicas y empresas privadas tienen una gran cuota de responsabilidad social. Mención especial merecen el Deporte, la Cultura y la Recreación, como medios eficaces contra el peligro de la droga y la delincuencia, pero fundamentalmente, para que los jóvenes con problemas de comportamiento, puedan desarrollar sus habilidades y destrezas y logren su resocialización y la inclusión social.

Prof. Orlando R. Pereira Bustillo

E-mail: orlandopereira27@hotmail.com
Twitter: @OrlandoPereiraB

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