Una característica común entre los aspirantes a ocupar cargos públicos, en este caso a la alcaldía del Distrito Turístico y Cultural de Cartagena de Indias, es la de venderse ante los potenciales electores, como el candidato ideal y capaz de redimir a las clases más desposeídas y a la propia ciudad, del estado de abandono y marginalidad a las que han sido sometidos, por la ineficacia en la gestión de anteriores alcaldes (con sus contadas excepciones).
Complemento de ello, son la exaltación y posicionamiento de la “eficacia, la honestidad y el compromiso político”, como valores de una hipotética y futura gestión. Estos argumentos no solo hacen parte del discurso repetitivo de algunos aspirantes (en sus encuentros con los habitantes de las zonas más deprimidas), sino también de los programas de Radio y Televisión, de mítines y debates sobre las razones y el por qué de su aspiración. Pero más asombroso aún, resultan ser, las extensas exposiciones de motivos y los lineamientos que le sirven de perfil y direccionan el programa de gobierno que pretenden implementar, de cuyas buenas intenciones no dudamos, pero que en la mayoría de los casos, se traducen más que en una utopía, en una irrealizable “colcha de retazos”
Las anteriores reflexiones, son
oportunas en estos momentos, por cuanto a los cartageneros les corresponde el
próximo 14 de Julio, el ineludible compromiso de votar, no por el candidato de un
partido o de una alianza política, sino de elegir con el más alto sentido de
responsabilidad y objetividad, a una persona (candidato o candidata) con los
suficientes conocimientos, capacidades y experiencias para dirigir una ciudad
que reclama de sus gerentes públicos, niveles de gobernabilidad y de verdaderas
acciones de gestión que ubiquen a la
ciudad en el sitial de desarrollo, progreso y prosperidad que nos impone el
Siglo XXI.
Como ciudadanos conocedores y conscientes
de nuestra realidad actual, debemos rechazar cualquier “mercado libre” de propuestas
engañosas de “villas y castillos”, que cada cuatro años nos ofrecen determinados
candidatos. En ese sentido, es nuestro deber privilegiar
y acompañar con nuestra decisión, todas aquellas iniciativas de interés social factibles
de ejecutar, a fin de solventar
a corto, mediano y largo plazo, los grandes y graves problemas que día a día se
multiplican y vienen afectando la calidad de vida de los
cartageneros. entre ellos: la falta de trabajo (temporal o permanente), el
incremento de la delincuencia, deficiencia en los servicios de transporte
público, déficit de vivienda de interés social para las clases más necesitadas,
mal estado de la infraestructura vial, deficiencia en algunos servicios
públicos (aseo urbano), invasiones de áreas protegidas (estribaciones de la
Popa, riveras de la Ciénaga de la Virgen, etc..), los problemas de espacio
público y de movilidad urbana, alternativas de solución para la reducción de la economía
informal, así como el no aplazamiento de decisiones trascendentales, como el
traslado del Mercado de Bazurto y la construcción de una nueva Central de
Abastos sumado al saneamiento ambiental de los cuerpos de agua (caños y
lagunas) que circundan zonas importantes de la ciudad.
Por
eso, sin menoscabo del
interés que cada candidato y su programa de gobierno genera en la colectividad,
las precitadas reflexiones y observaciones, deben traducirse en unas
referencias obligadas para que valoremos como ciudadanos de pleno derecho, cuán realistas y
factibles resultan dichas propuestas para su ejecución, en apenas dos (2) años
de gestión y decidir de manera asertiva, a cuál de los candidatos apoyar.
Finalmente,
como lo he expresado en mi blog www.ecologiamedioambienteyalgomas.blogspot.com, coincido con la visión
futurista que nos presenta uno de los candidatos, cuando en la exposición de
motivos de su oferta programática, afirma… “Necesitamos construir una nueva
visión de ciudad. Dejar atrás el carácter extractivo y rentístico que dominó la
colonia e independencia para superar la visión errada de creer que Cartagena
puede salir adelante solamente por su patrimonio histórico”, puntualizando a
renglón seguido… “….tenemos que construir una visión de ciudad centrada en la
generación de riqueza por la calidad de nuestro talento humano y de nuestro
medio ambiente. Para lograr esto tenemos que educar a nuestros jóvenes y
tenemos que recuperar nuestros cuerpos de agua. La Cartagena del futuro será
construida sobre oportunidades para todos y será posible si recuperamos el mar, las playas, nuestras ciénagas y caños; si los miramos de
frente y no les damos la espalda. La prosperidad resultará de ese cambio de
visión”.
Prof. Orlando R. Pereira Bustillo
E-mail: Orlandopereira27@hotmail.com
Twiiter: @Orlando Pereira B
Comentarios