¡ESCEPTICISMO O ABSTENCIÓN!


Criticar no significa en modo alguno, caer en el despropósito de hacer juicios de valor que generen susceptibilidad y ofendan la dignidad de persona alguna. Y es que hoy más que nunca, cuando en Colombia se vive con inusitada efervescencia política, la espera de la elección de un presidente en segunda vuelta, es necesario actuar con la suficiente sensatez, prudencia y ser cuidadosos con nuestras opiniones y decisiones. Por eso, libre de cualquier militancia político-partidista, consciente del respeto a los demás como valor asociado a la condición humana y  como ciudadano de pleno derecho, hago algunas consideraciones sobre la bajísima participación electoral en la primera vuelta, lo que dio como resultado una abstención record del 60%.


Es por ello que, deslastrado de cualquier parcialización odiosa que pudiera invalidar el verdadero sentido de mis argumentos, soy un convencido de que la credibilidad política de los ciudadanos acerca de un candidato o gobernante, es un acto de fe y de esperanza. Más que una promesa vacía, la respuesta a este acto de fe debe traducirse en un compromiso recíproco de servicio y entrega, basado en el cumplimiento de las ofertas programáticas y de la palabra empeñada  para resolver los grandes y graves problemas que afectan a la sociedad y que dan lugar a los antagonismos e injusticias sociales. Por eso, subestimar la capacidad de análisis y los sentimientos de los electores y hacer de las campañas políticas, un escenario para la demagogia, el insulto, la descalificación y el ventajismo como herramienta política, va en contra de la esencia de los principios democráticos y de la razón de ser de la libertad de expresión.

En este contexto, es preocupante que en un país que se precie de tener una renovada democracia, el 60% de los electores se hayan abstenido de ir a las urnas y más cuestionable aún, que del total de electores que participaron en la primera vuelta, el candidato-presidente tan solo haya obtenido el 25,69%, contra un 29,25% del candidato ganador de la primera vuelta. Sin negarle algunas ejecutorias, los dos primeros indicadores señalados,  permiten inferir, una aparente desconexión de la gestión del actual presidente con los problemas que vienen afectando a la gran mayoría de los colombianos, tales como el crecimiento de la inseguridad y de la delincuencia organizada (paseos millonarios, extorsión, etc.); en  el renglón salud, los déficit en cobertura y atención oportuna (paseos de la muerte) y según los indicadores internacionales, una educación de mala calidad.

Pero tal vez los problemas que mayor desgaste político le ha ocasionado al gobierno actual, así como un alto porcentaje de rechazo al candidato-presidente, son los relacionados con los controvertidos Diálogos de Paz (Gobierno-Farc), los que por su secretismo, se parecen más a una Caja de Pandora y en su forma y esencia, a un Borrón y Cuenta Nueva, con unas Farc crecidas, ostentosas e intransigentes en sus posiciones, al continuar con sus acciones guerreristas en contra de la infraestructura vial y petrolera del país, sus  ataques contra la población civil y de la fuerza pública tal como lo denuncian las propias Fuerzas Armadas de Colombia, las marchas y paros campesinos por el supuesto incumplimiento de convenios y compromisos adquiridos para compensar con subsidios la sostenibilidad de sus cosechas; la pérdida de protagonismo del gobierno y Colombia en el ámbito político subregional, lo que ha dado como resultado profundas diferencias con su antiguo mentor político. 

Sorprenden las justificaciones del asesor de debates del candidato-presidente, quien sostiene que los resultados obedecen a…¨errores que cometió la coalición en estos seis meses de trabajo¨ y agrega… a ¨que los recursos de la campaña no se movilizaron de manera que la gente de las regiones, sintieran que tiene una fuerte organización política¨. La simplicidad de esa visión y su matiz clientelar,  no constituyen en modo alguno, las razones de los bajos resultados del mandatario en la primera vuelta, ni las causas de los altos índices de abstención a nivel nacional. Por el contrario, confirma además de nuestra apreciación, un sentimiento generalizado del elector, en cuanto a que el escepticismo y la insatisfacción de sus necesidades, son las verdaderas razones del voto en blanco, la negativa de algunos pueblos a sufragar y del voto castigo, todos en perjuicio de la actual gestión gubernamental.  En lo que si estamos de acuerdo es con la afirmación del mencionado asesor en cuanto a que... ¨uno de los factores es que los colombianos no entienden el Proceso de Paz¨ y agrego yo… todos queremos la paz de Colombia, pero existe una duda razonable y legitima ya que se piensa en aquella estrategia épica del ¨Caballo de Troya¨ y sobre todo en la ausencia de Justicia para los que ya no están (+) entre nosotros. Para Colombia y los colombianos, también es prioridad la seguridad, por ella el 15 de Junio Elije bien y Vota bien…

Prof. Orlando R. Pereira Bustillo
Twitter: @OrlandoPereiraB

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