Fotografía D.R.A. |
En sentido figurado, dícese de aquellas personas que, sin tener necesariamente una formación que no sea su propia experiencia por sus años de vida, visualizan la ocurrencia futura de un hecho o recomiendan formas de evitarlo o darle solución al mismo. Aunque en ningún modo esta sentencia constituye una verdad absoluta, la importancia y valor de la misma, radica en el conocimiento empírico acumulado, pero muchas veces mirado con desdén por aquellos eruditos o expertos en una determinada disciplina.
Bastaría solo escuchar y mirar a los agricultores del campo, para saber cual época del año es la más apropiada para el manejo y adaptación de la tierra, para el cultivo de determinadas cosechas y los períodos para su recolección, en razón a las fases de Luna, del comportamiento de la naturaleza y de los cambios climáticos. Valga entonces el ejemplo, para ilustrar la “sabiduría popular” de esta especie de “chamanes”, curtidos por la experiencia que van dejando los años y la importancia de esta última, en la predicción y solución de situaciones del diario acontecer.
Soy de los que creen, que la solución de muchos de los problemas y situaciones de deterioro que sufre la ciudad y que afectan nuestra calidad de vida, amerita de una responsabilidad compartida entre autoridades y la ciudadanía, haciendo uso de su experiencia como ciudadanos conscientes de sus deberes y derechos. Es por ello que debemos reivindicar primero la participación local popular, antes que las asesorías e intervenciones de quienes desconocen nuestra idiosincrasia y realidad.
En mi caso particular, sin presumir de la “sabiduría” o ser tan “viejo” como el prenombrado personaje del refrán, pero si con cierta “experiencia acumulada” basada en el conocimiento empírico que nos van dando los años, enriquecido con estudios y la actividad académica a nivel superior en áreas como la biología y el medio ambiente, decidí embarcarme en el “autobús” de la crítica constructiva y dejar de ser un simple espectador mas quien solo “ve los toros desde la barrera”. Producto de ese cambio de actitud, son los artículos que redacto y publico periódicamente en mi blog: www.ecologíamedioambienteyalgomas.blogspot.com, cuyos contenidos en su mayoría están orientados a aportar sugerencias y alternativas de solución a los innumerables problemas relacionados con la dinámica social y ambiental de Cartagena de Indias.
Es así como, confiado en la posible receptividad que las autoridades distritales de Cartagena (Alcaldía, Secretarías de Despachos y Consejo Distrital) y la ciudadanía (a través de las redes sociales), pudieran darle a mis planteamientos, he señalado entre otros aspectos, la necesidad de priorizar la atención al medio ambiente, tal como el saneamiento ambiental de las ciénagas (Las Quintas, San Lázaro, Chambacú y Cabrero), y los caños (Bazurto, Canapote, Juan Angola), que circundan importantes sectores de Cartagena, tanto por su importancia para la prevención y erradicación de potenciales focos de enfermedades, como por el valor paisajista y su utilidad para el esparcimiento turístico y para el transporte acuático entre sectores de la ciudad.
Aunque no puedo decir ni asegurar que mis escritos han sido acogidos y tomados en cuenta por la actual gestión “Ahora si...Cartagena”, es digno reconocerle a la actual administración la voluntad y disposición para enmendar lo que en muchos años de desidia, otras administraciones dejaron de hacer. Tal es el caso del saneamiento parcial de ciénagas, caños y canales. Hoy podemos observar mejoras en la calidad ambiental de las Ciénagas de las Quintas y San Lázaro y sus zonas peatonales, igualmente el despeje de ciertos espacios de interés público tan importantes para la movilidad, a pesar de las reiterativas invasiones de los vendedores informales (ambulantes), así como el despeje de plazuelas y calles del centro, de Bocagrande y sectores neurálgicos como Bazurto y la Avenida del Lago. Esto no significa ni niega en modo alguno, la existencia de otros problemas como inseguridad, déficit en algunos servicios públicos importantes como el aseo urbano y aplazamiento de gestión en el rescate de los caños de Canapote y Juan Angola, tan importantes para la salubridad de sus moradores.
Esperemos que el próximo alcalde goce de una dosis de credibilidad y de experiencia y con la colaboración de un buen equipo de asesores locales, muestre su disposición a darle continuidad al desarrollo pleno de Cartagena.
Prof. Orlando R. Pereira Bustillo
Twitter: @OrlandoPereiraB
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