ASI ERA MI PUEBLO

“Encuentro Genealógico Virtual”
Fotografía Antigua D.R.A.


Cuando retrospectivamente incursionamos en la narración escrita, su construcción exige como soporte histórico, de una nomenclatura que le confiera veracidad a la descripción y familiarice al lector con los hechos y lugares citados. Pero muchas veces se adolece de fechas, de registros y hasta de testigos ancestrales de excepción, algunos de ellos, por haber fallecido y otros porque su avanzada edad senil, les imposibilita recordar muchos de los acontecimientos pasados. 





En este caso, sin que se pierda la rigurosidad requerida en la ilustración de los temas que de ahora en adelante trataré en el espacio “Encuentro Genealógico Virtual”, hare uso de la nomenclatura de calles, asociadas con la ubicación residencial y nombres de personas y/o familias conocidas, solo para enriquecer, enaltecer y hacer creíble la exposición, pero con el debido respeto y consideración que le debemos a estos juglares de la sabiduría popular.

Para iniciar esta cronología, no esta demás referirme a una sustentación que escribí en uno de mis artículos de éste blog sobre los cambios que sufrió la humanidad y cómo
influyó de manera prospectiva  en el desarrollo y nueva visión del mundo. En el referido escrito acotaba, “...el gran significado que tuvo para la humanidad en las postrimerías del Siglo 18 y mediados del Siglo 19 la llamada Revolución Industrial, con la cual se introdujeron nuevos sistemas de producción para poder satisfacer los requerimientos y necesidades de una población cada vez más creciente, pero también, nuevas y más agresivas formas de contaminación ambiental”.  

Como era de suponer, ese desarrollo también trajo consigo una transculturización y con ello, el abandono de rancias costumbres y viejas formas de actuar, lo que propició un cambió de cultura y modificó el patrón de conducta de la gente en general, pasando de ser una sociedad productiva doméstica, auto proveedora de bienes y servicios, a una nueva sociedad de consumo dependiente.  La vorágine desarrollista fue de tal magnitud, que lo que resultó innovador en una época, fue perdiendo rápidamente sentido y valor, por el surgimiento de nuevas inventivas y tecnologías más avanzadas. En lo que respecta a nuestra región, un claro ejemplo de esta afirmación fue la construcción del Ferrocarril entre Cartagena y Calamar, con fecha de nacimiento entre 1889 – 1894.  

En relación a este acontecimiento,   en un anterior artículo reseñé  “...el recorrido del Ferrocarril se iniciaba en el muelle Machima, ubicado en el sector de El Limbo en Bocagrande, para luego dirigirse a la estación de la Matuna (frente al Parque Centenario), en donde se apertrechaba y cargaba mercancías con destino a Calamar. Una vez cruzaba el puente del Espinal, empalmaba con la vía férrea que se extendía en línea recta a todo lo largo de lo que hoy es la Ave. Pedro de Heredia, para luego seguir hacia Ternera y cruzar algunas estancias como El Cortijo, Matute, La Constancia, Aguas Vivas, Pita y llegar a la estación intermedia, ubicada en la población de Arjona. El recorrido del Tren hasta su destino final, era una especie de encuentro y acercamiento  sonoro y de alegría de los moradores de los pueblos, caseríos y fincas, dispersos a lo largo de las veredas de la línea férrea”.  Pero a pesar de su gran importancia para el transporte de pasajeros y la extracción de productos agrícolas y otros rubros alimenticios tan importantes para la economía del Departamento de Bolívar, con el levantamiento de rieles y durmientes, entre los años 1951 y 1953, se le puso punto final al regocijo que sentía Arjona y demás pobladores por su Tren a vapor.

Con el cese de actividades, se apagó el sonar del pito que anunciaba la llegada del Tren cargado de remesas de esperanza. También se acabaron los usos, viajes y paseos del “Carro de Mano”, especie de plataforma de madera de carruajes sobre rieles y apalancamiento, en los que se transportaba la leche, queso y otros enceres desde y hasta las fincas aledañas.  El uso del llamado “Perico Ligero”, magistralmente conducido por el señor Aníbal García. Tampoco vendrían  más, los tambores de aceite para proveer a la única Bomba de Gasolina de funcionamiento manual que había en Arjona, propiedad de Don Arturo Matsón. Así también, cesarían en su función, las llamadas “Chivas” o “Guaguas” con cortinas de lona y ruidosos timbres, como las “Carmelitas I, II y III”, la “Ruth María”, la “Candelaria”, la “Mirtha” y muchos otros autobuses que prestaban el servicio de trasporte de pasajeros. La ida en retirada de muchos equipajeros, entre ellos “Vicente Tren”, folclórico personaje que hacía de sus silbidos y chiflidos, las delicias de los parroquianos. Con ellos, también se fueron extinguiendo los cientos de chivos o cabras que diariamente deambulaban libremente por el sector de La Estación.
El lugar de perennes y nostálgicos recuerdos donde funcionó la Estación del Tren, se usó como casa de maquina de la primera Planta Eléctrica de Arjona, cuyo dueño era el señor Mebarak. Su funcionamiento era hasta las 12:00 de la noche y su cobertura de iluminación era limitada y cubría un poco más de un tercio de la población.  Otro de los iconos que quedó sembrado en la memoria y recuerdo de los arjoneros, fue el Planchón de Gambote, usado para el cruce del Canal del Dique, cuya eficiencia y capacidad de movilidad, se medía por las grandes colas de automotores que se formaban a ambos lados de este importante cuerpo de agua.   Los hechos que hacen parte de esta remembranza, no constituyen una oposición a los adelantos tecnológicos y avances científicos logrados hasta ahora. Por el contrario, lo que se persigue es reconciliar nuestro pasado con las vivencias del presente a fin de buscar las verdaderas raíces que nos den la identidad y sentido de pertenencia, para poder avanzar hacia una modernidad que con justicia merecemos, como es la culminación de nuestra Plaza Pública, la remodelación del Cementerio, y la concreción de otros proyectos ideados por el Arquitecto César Pereira Bustillo, como la “Biblioteca Virtual y Museo del Ferrocarril”, la “Concha Acústica” y otros proyectos de sumo interés.

Orlando R. Pereira Bustillo
Twitter: @OrlandoPereiraB

   

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