REFLEXIONES 2017

Imagen D.R.A.
No son pocos los caminos sinuosos y abruptos que a veces, en nuestra vida hemos tenido que transitar. Unos más dificiles y otros no tantos. Pero seriamos mezquinos si no fueramos capaces de reconocer también, que han sido ellos, la cuota de sacrificio y esfuerzo, que nos han ido forjando el carácter, dando la enseñanza, el aprendizaje, la experiencia, la humildad y la tolerancia para hacer de esas vicisitudes, nuestra principal herramienta de fortaleza y madurez como personas. Cualidades éstas, que nos han servido para aceptarnos tal como somos y entender que no estamos solos y que como una unidad orgánica funcional de la sociedad, debemos también mirar a nuestro alrededor y reconocer en los demás, sus debilidades y fortalezas, pero también sus valores personales, para hacer posible una relación afectuosa y de respeto por el contrario.

Cuando ya ha quedado atrás el año viejo y después de la euforia compartida, empezamos a avanzar en el Nuevo Año, pero también nos acercamos al cierre de las festividades de la navidad y ya próxima su conclusión con la Epifanía (llegada de los Reyes Magos); es propicia la ocasión para hacer del vínculo familiar, de las relaciones de amistad y del trato con el resto de nuestros hermanos, un contrato duradero y sostenible en el tiempo, basado en sentimientos de afecto y valores humanos y no en prejuicios clasistas, que se interponen como barreras y se traducen en antagonismos y formas de exclusión social.

Por eso creo, que una forma de hacernos más accesibles a la solidaridad, no es seguir siendo indiferentes y dándole la espalda a quienes por circunstancias de la vida, no han tenido o han sido privados de las oportunidades que otros hemos tenido. Que aquellas diferencias aparentes que nos separan, se traduzcan en un punto de convergencia, que nuestra actitud no se transforme en un apartheid o en una forma de segregación social por cuestiones de raza, color, nacionalidad, riqueza y poder. 

Que entendamos de una vez por toda, que muchos males que hoy nos aquejan como sociedad, no se subsanan con un lenguaje vacío y sin sentido, ni con actitudes que rayan con la exclusión social, sino por el contrario con verdaderas acciones, que sirvan de muro de contención a tanta injusticia social y que viabilicen la integración del hombre a la sociedad. En nuestra condición de docentes, con muchos años de experiencia y como responsables de la formación de profesionales, entendemos que la educación formal y hasta la informal, constituyen el aporte y la única vía para conciliar y lograr superar diferencias...

Prof. Orlando Pereira Bustillo
Twitter: @orlandoPereiraB

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